Porque el brunch no es solo comida… es actitud 

El brunch se ha convertido en ritual de fin de semana, mezcla perfecta entre desayuno y comida, ideal para quienes quieren buena mesa sin prisas y con mucho estilo.

Ya sea que armes uno en casa o te lances a alguno de los spots más cool de la CDMX, aquí van ideas que elevan tu brunch de “rico” a inolvidable.

Brunch casero con estilo: recetas que impresionan sin estrés

  1. Huevos Benedictinos

Clásico que nunca falla: huevos pochados + pan tostado + jamón o salmón + salsa holandesa suave. Imposible no lucirse

  1. Waffles salados con tocino caramelizado y huevos pochados

Sí, dulce y salado se llevan increíble. Ideal para dejar sin palabras a quien se siente a tu mesa

  1. Smoothies de frutas con cúrcuma

Vibrantes, frescos y llenos de power. Perfectos para arrancar con energía tropical 

  1. Croissants rellenos de jamón y queso

Sencillos, rápidos y con ese toque francés que siempre suma

  1. Agua fresca de pepino, limón y menta

Ligera, saludable y perfecta para acompañar sin saturar. Dale un respiro a la mimosa (solo por hoy)

Brunch en la CDMX: lugares que saben y se ven increíble

  1. Carolo

Varias sucursales, un menú que mezcla lo mexicano con lo mediterráneo, y unos hot cakes que justifican el antojo.

Recomiendo: huarache con rib eye + huevos estrellados. 

  1. Jardín Alba

Terraza verde, vibes relajadas y un menú que va de pancakes a chilaquiles. Perfecto para mimosa + sol + amigos 

  1. Alma Café

Café mexicano hecho al momento y un brunch sabroso y sin pretensión: toast de aguacate, avena, chilaquiles y más.

Bonus: excelente clamato para revivirte

  1. Aleli Rooftop

Brasa, cocteles, plantas y la Roma al fondo. Cocina para compartir con vista bonita incluida

  1. Épice

Fusión de sabores: México, Francia y Medio Oriente en cada bocado. Prueba los hot cakes rellenos de Nutella y haz las paces con el azúcar 

Porque el brunch no es solo una comida. Es cómo decides vivir el fin de semana

Ya sea en casa con café y buena charla, o en un rooftop con mimosa y sol en la cara…

brunchear bien es un arte.

Y tú, ya lo dominaste.