Domingo con estilo: cómo desconectar sin perder el mood
junio 4, 2025
Porque el verdadero lujo no es estar ocupado… es saber cuándo parar, el domingo tiene dos versiones:
El que te arrastra con ansiedad por lo que viene…
O el que se convierte en un oasis de calma, placer y pausa real.
Si estás leyendo esto, ya sabes cuál deberías elegir.
Y no, desconectar no es “no hacer nada”. Es hacer lo que te recarga, lo que te recuerda quién eres cuando nadie te exige nada, un ritual simple, intencional y con estilo. Vamos a armarlo
Paso 1: el espacio es tu refugio
Elige un rincón solo tuyo.
Puede ser el sillón con mejor luz, la terraza, el comedor con música suave o incluso el baño… si sabes usar velas sin culpa
Pon orden. Baja la intensidad. Aleja el celular, este momento no necesita notificaciones.
Paso 2: el vino como celebración, no como escape
No esperes “una ocasión especial”. El domingo es la ocasión.
Tinto suave si quieres leer o simplemente pensar
Rosado si andas en modo chill
Espumoso si te mereces cerrar con burbujas
Acompáñalo con algo simple pero digno:
pan con aceite de oliva, queso que te guste, nueces tostadas o chocolate negro.
Menos es más… si lo haces bien.
Paso 3: leer sin exigencia, solo por placer
No hace falta clavarte con Kant. Basta algo que te saque del piloto automático.
Recomendaciones para elevar tu mood:
“Meditaciones” – Marco Aurelio: filosofía estoica sin pretensión
“El hombre en busca de sentido” – Viktor Frankl: potente, humano
“Sapiens” – Yuval Noah Harari: para sentirte culto sin sudar
O bien, una novela corta, cuentos, un buen artículo de revista Lo importante: leer algo que te dé perspectiva.
Paso 4: música con atmósfera
Este ritual no lleva reggaetón ni hits de gimnasio.
Aquí va otra vibra:
Evening Chill – Spotify
Jazz Vibes – Apple Music
Bill Evans, José González, Cigarettes After Sex, Khruangbin O arma tu propia playlist con ese mood entre whisky, librería y domingo nublado
Bonus real: escribir
Antes de dormir, escribe algo, no tiene que ser un diario, solo responde:
¿Qué me gustó esta semana?
¿Qué aprendí?
¿Qué quiero soltar?
Un lápiz también limpia. Más de lo que crees
Porque parar también es avanzar
Este ritual no es escapismo, es un ancla, un espacio contigo, con vino, música y palabras, sin culpa. Sin obligación.