Ser culto ya no es sinónimo de mamador. Es sinónimo de interesante 

Hubo un tiempo en que saber cosas te hacía ver “demasiado intenso”… y otro en el que hacerse el distraído era casi un acto de seducción.

Pero 2025 nos trajo algo mejor: el regreso del hombre que lee, que piensa, que observa y que conversa. Sin pedantería. Sin pose. Solo con curiosidad genuina.

Porque la cultura ya no es solo cosa de élites con bufanda en verano. Hoy el verdadero lujo está en tener criterio, descubrir lo que te mueve… y sí, también en poder hablar de algo más que el trending topic del día.

¿Quieres elevar tu conversación sin despegarte del piso?

Aquí va una selección de libros, pelis y expos que alimentan la cabeza… y el atractivo

“La civilización del espectáculo” – Mario Vargas Llosa

Cultura y entretenimiento en tiempos de banalidad. Para entender (y criticar con estilo) el mundo donde todo es show.

“Homo Deus” – Yuval Noah Harari

IA, futuro y humanidad explicados con claridad. Ideal para conversaciones con whisky en mano

“El infinito en un junco” – Irene Vallejo

Una oda a los libros y la lectura. Si perdiste la costumbre de leer, este te la devuelve con gusto.

Cine que se queda contigo más que cualquier serie

The Zone of Interest” (2023)

Estética + horror cotidiano. Cine de autor que golpea y no se olvida.

Past Lives” (2023)

Una joya sobre el amor que fue (o no). Sutil, íntima y bellísima.

Ciclo de cine clásico – Cineteca Nacional

Reencontrarte con Kurosawa, Bergman o Fellini en pantalla grande es mejor que cualquier algoritmo. Garantizado.

Arte que te mueve el ojo y la conversación

El futuro que nunca llegó – Museo Tamayo

Utopías rotas y promesas fallidas convertidas en arte. Perfecto para reflexionar… y compartir ideas fuera del guion.

Galerías independientes (Kurimanzutto, Travesía Cuatro, OMR)

Arte emergente mexicano que late fuerte. En una hora sales con inspiración —y con tema para la siguiente cita.

Porque ser culto ya no es pretensión… es presencia

No se trata de presumir sabiduría. Se trata de disfrutarla, de reconectar con tu curiosidad, de consumir cosas que te despierten, te reten, te nutran.

Sí, ser culto está de vuelta.

Y es más sexy que nunca