La vida es demasiado corta para quedarse en la rutina del chela-shot. Sí, una cerveza fría o un tequila derecho nunca fallan, pero el verdadero estilo está en saber elevar la experiencia: tener en la manga unos cuantos cocteles con carácter que impresionen en casa, en una cena íntima o en la fiesta con amigos.

El boom de la coctelería no es moda pasajera. Es una nueva forma de socializar con buen gusto. Los bares de autor lo demostraron: los tragos bien hechos no solo son bebida, son narrativa, estética y atmósfera. Y lo mejor es que varios de estos clásicos (y no tan clásicos) puedes aprenderlos y dominarlos tú mismo.

Aquí una guía Royal para dejar atrás lo básico y entrar al terreno de las bebidas con estilo.

¡Haz clic aquí para escuchar la nota y ser parte de la conversación!

 

1. El clásico de los clásicos: old fashioned

Si solo vas a aprender un cóctel en tu vida, que sea este. El old fashioned es el James Bond de los tragos: elegante, sobrio y eterno.

  • Ingredientes clave: bourbon o whisky de calidad, azúcar, angostura, twist de naranja.

  • El secreto: no lo endulces demasiado, y cuida que el hielo sea grande y sólido (nada de cubitos que se derriten en dos minutos).

Es el trago que te da porte. Prepararlo bien en casa te convierte, automáticamente, en el anfitrión con estilo.

2. El giro mexicano: mezcal con twist

El mezcal ya no es solo un trago “de pueblo” o una moda hipster. Es un destilado premium que pide respeto y creatividad.

Prueba este Mezcal Mule:

  • Base: mezcal joven.

  • Toque: ginger beer, jugo de limón fresco y hojas de hierbabuena.

  • Extra Royal: sírvelo en vaso cobreado con hielo macizo.

El resultado: frescura, carácter y ese ahumado inconfundible que le da identidad. Perfecto para quienes buscan salirse de lo común sin perder autenticidad.

3. Para cenas con clase: Negroni

Amargo, intenso y con personalidad. El Negroni es el cóctel que siempre queda bien en una mesa con estilo.

  • Ingredientes: partes iguales de ginebra, vermut rojo y Campari.

  • Tip: decóralo con rodaja de naranja o cáscara flameada para elevar la experiencia.

El Negroni no busca caerle bien a todos. Es para paladares maduros, y eso lo hace aún más atractivo: un trago con carácter.

4. La apuesta refrescante: Gin Tonic premium

Sí, el Gin Tonic está de moda… pero hay maneras de hacerlo bien y otras de arruinarlo. Lo que diferencia a un trago cualquiera de un Gin Tonic premium es la atención al detalle:

  • Usa ginebras artesanales o infusionadas (pepino, lavanda, cítricos).
  • Tónica de calidad (no cualquier soda aguada).
  • Toques botánicos: romero, cardamomo, rodajas de pepino o piel de limón.

Es ligero, fresco y versátil: ideal para climas cálidos o para arrancar la noche con ligereza

 

5. El postre líquido: Espresso Martini

Cuando la fiesta parece bajar de ritmo, este cóctel revive a todos. El Espresso Martini combina el punch del café con la suavidad del vodka y el dulzor del licor de café.

  • Ingredientes: espresso recién hecho, vodka, Kahlúa (o similar), hielo.

  • Pro tip: agítalo fuerte para que salga con espuma cremosa y decóralo con tres granos de café.

No solo es delicioso, también es instagrameable. Perfecto para cerrar con energía o prolongar la conversación.

6. La carta personal: crea tu signature drink

Todo hombre con estilo necesita su propio trago insignia. Ese que amigos y parejas identifiquen contigo. No tiene que ser complicado: basta un destilado base que disfrutes y un twist que lo haga único.

Ejemplo: un Ron Tonic con bitters de cacao y piel de naranja. Sencillo, pero tuyo

Consejo Royal: la firma no está en el ingrediente secreto, sino en la consistencia. Siempre que lo prepares, debe salir impecable.

Servir con estilo también cuenta

No basta con la receta. La elegancia está en la presentación:

  • Cristalería adecuada: vasos bajos para whisky, copas balón para gin, martineras para cocteles finos.
  • Hielo de calidad: grande, claro y que no se derrita en segundos. Inversión mínima, impacto máximo.

Detalles extra: charolas de madera, posavasos sobrios, servilletas de tela. Pequeñas cosas que elevan todo el ritual.

Conclusión Royal

Beber con estilo no es cuestión de precio, sino de intención. Dejar atrás el “chela-shot” significa entrar a un mundo donde cada trago es experiencia, atmósfera y conversación.

Un hombre que domina 4 o 5 cocteles bien hechos tiene más que un arsenal para impresionar: tiene la llave para crear momentos memorables.

Las bebidas con estilo no son moda, son una forma de vivir el presente con gusto, carácter y elegancia.