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El remake de Nosferatu (2024), bajo la dirección de Robert Eggers, prometía devolver al cine el terror gótico en su estado más puro. Y aunque los reflectores apuntaban a Bill Skarsgård como el Conde Orlok, la gran sorpresa fue Lily-Rose Depp.

Con apenas 25 años, la actriz franco-estadounidense asumió el papel de Ellen Hutter: un personaje que mezcla vulnerabilidad, deseo, locura y resistencia frente al vampiro. Un reto que exigía belleza, sí, pero sobre todo entrega física y emocional.

Una actuación que divide, pero no se olvida

  • Revelación dramática: su papel más complejo hasta hoy, alternando fragilidad y ferocidad en escenas de trance y sacrificio.

  • Entrega física: convulsiones, estados alterados, todo sin depender de efectos digitales. Se lanza de lleno al horror corporal.

  • Centro emocional: aunque Orlok es el monstruo, muchas veces la historia gira alrededor de Ellen y es a través de ella que se respira miedo y obsesión.

  • Críticas encontradas: algunos piden más intensidad en ciertos pasajes, pero incluso sus detractores aceptan que este rol marca un antes y un después en su carrera.



Por qué importa

  • De modelo a actriz seria: Nosferatu la aleja de etiquetas como “hija de Johnny Depp” o “rostro de Chanel” para darle credibilidad propia.
  • Premios & nominaciones: considerada en categorías de revelación, un logro en un género que pocas veces premia a protagonistas jóvenes.
  • Un género exigente: el terror psicológico demanda emociones sin diálogos obvios; aquí brillan sus silencios, miradas y lenguaje corporal.
  • Carrera en transición: tras The Idol (2023), este salto al cine de autor y al terror clásico amplía su rango y la proyecta hacia roles más maduros.

Puntos clave

Lily-Rose interpreta a Ellen Hutter, eje emocional de la historia.
Críticos hablan de su actuación “más feroz y madura” hasta ahora.
La película, en muchos pasajes, “le pertenece más a ella que al vampiro”.
Reconocida como revelación y nominada en premios de cine de género.
Su actuación genera debate: ¿consolidación absoluta o un primer gran paso?