Hola, soy Silvana Ambrosi, tu sexóloga y coach de la revista Royal Delux.

Imagina hacer un ejercicio de alto impacto sin precalentar. ¿Cómo te sentirías? Es probable que luego lo resientas, y una vez no pasa nada, pero en la repetición puede traer malestares luego.

Así, muchos hombres se saltan el arte del juego previo a la hora de tener encuentros íntimos y empiezan directamente por la acción.

De esto quizás ni se dan cuenta porque el deseo en ustedes, en los hombres, se enciende rápidamente y toda la fisiología sexista se alista pronto, mientras que la mujer suele necesitar más tiempo y estimulación variada para sentir deseo y alcanzar el máximo de excitación que la ponga lista para sentir placer en la acción.

Según estudios, más del 75% de las mujeres necesitan buena estimulación en zonas erógenas para llegar al orgasmo; otro 40% afirma que el juego previo es fundamental para sentirse realmente excitadas.

¿Cómo hacemos esta previa estando seguros de que vamos a tener una buena preparación para nuestra pareja?

Así como la excitación del hombre se observa visiblemente, la de la mujer también puede observarse; puede ser fácil de ver por su lubricación.

Es siempre un plus, entonces, conocer que la excita, advertir que la pone a punto, pero si no lo conoces, puedes dedicar un buen rato a disfrutar de besos, de caricias, de masajes en todo el cuerpo. Al tiempo que disfrutan, se exploran, se comunican a través de gestos, sonidos, ritmos y los modos de comunicación que encuentren para guiarse si van por el buen camino en la estimulación mutua.

En otro episodio hablaremos más de zonas erógenas, pero aquí te quiero dejar un dato; Y es que la piel, como la gran zona erógena, y la mente, como el gran potenciador de fantasías y anticipación del placer, pueden jugar a tu favor sin que te centres en la estimulación directa de los genitales.

Convierte la previa en un gran juego. En el que tocar, besar, explorar, experimentar sean los protagonistas de esta aventura y den paso a una creciente excitación experimentando diferentes estímulos.

El uso de los sentidos, de los olores, los sabores, el sonido, los tonos de luces, la temperatura, texturas en el ambiente y en el contacto entre ambos pueden complementar y potenciar esas sensaciones. Enséñale a tu pareja a relajar y sentir en complicidad y en confianza. No hay apuro para jugar, explorar, conocerse, comunicarse y disfrutar.

¿Qué opinas? Te leo.