¿Sabías que el concepto de business casual para hombres nació en los 90 cuando Dockers envió una guía de vestimenta a más de 20,000 ejecutivos de recursos humanos en EE.UU.? Lo que empezó como el famoso Casual Friday se convirtió en una tendencia que hoy domina las oficinas de todo el mundo.

El reto está en encontrar ese punto medio entre lo formal y lo relajado sin parecer ni demasiado rígido ni demasiado descuidado. Un buen outfit de oficina debe proyectar profesionalismo sin sacrificar comodidad. Y aquí te contamos cómo lograrlo.

De traje y corbata al estilo relajado de oficina

Antes, el traje y la corbata eran la norma en cualquier ambiente laboral. Pero en los 60, algunas empresas empezaron a relajar las reglas con los Casual Fridays, y para los 90, esta tendencia ya era un estándar: en 1999, el 95% de las compañías en EE.UU. tenían alguna política de vestimenta informal (contra solo el 24% en 1992).

Silicon Valley aceleró este cambio. Empresas como Apple y Atari adoptaron semanas laborales maratónicas y un código de vestimenta más relajado. Un estudio de OfficeTeam reveló que el 50% de los gerentes senior en EE.UU. perciben que sus empleados visten con menos formalidad que hace cinco años.

Además, la ropa se ha vuelto un símbolo de identidad. El 31% de los trabajadores prefiere empresas con un código de vestimenta más libre, y el 70% siente que vestirse como quieren les ayuda a sentirse más cómodos en su entorno laboral.

Incluso gigantes como J.P. Morgan Chase & Co. han flexibilizado sus reglas, un movimiento estratégico para competir con las Big Tech en la atracción de talento. Y la pandemia terminó de consolidar esta tendencia: al regresar a las oficinas, muchas empresas reevaluaron sus políticas de vestimenta.

Eso sí, business casual no es sinónimo de ir en fachas. Se trata de equilibrar profesionalismo y confort con prendas clave: camisas abotonadas, pantalones chinos, mocasines y blazers relajados.

Piezas clave para un look business casual impecable

Para que tu outfit de oficina funcione, necesitas estas piezas en tu armario:

  • Pantalones: Los chinos, pantalones de vestir y jeans oscuros son los mejores aliados. Los tonos neutros como gris, beige, azul marino o negro te darán más versatilidad.
  • Saco desestructurado: Más ligero que un blazer tradicional, sin hombreras rígidas ni forro completo. Opta por colores claros y materiales como lino o algodón para mantener el equilibrio entre formal e informal.
  • Calzado: Los Oxford, Derby y zapatos Monk son apuestas seguras. También los mocasines con hebilla o borlas funcionan perfecto. Si prefieres tenis, que sean minimalistas, en cuero o gamuza y sin estampados llamativos.
  • Camisas y capas: Opta por camisas de vestir sin corbata, polos bien estructurados o suéteres finos. Un reloj elegante y un cinturón de cuero complementan sin exagerar.

La clave está en la calidad y el ajuste de cada prenda. Nada de ropa floja ni demasiado ajustada. Un buen corte te hará ver profesional sin esfuerzo.

Errores que debes evitar sí o sí

Aunque business casual te da margen para jugar con tu estilo, hay errores que pueden arruinar tu imagen profesional:

  • Jeans con roturas o demasiado claros: Si optas por mezclilla, que sea oscura y sin desgastes.
  • Zapatos fuera de lugar: Sandalias, alpargatas o tenis deportivos no tienen cabida en este estilo.
  • Ropa descuidada: Arrugada, manchada o mal ajustada, es un no rotundo. Y olvídate de los calcetines blancos (a menos que vayas al gym).
  • Exceso de accesorios: Nada de cadenas ostentosas o llevar el celular en el cinturón. Un reloj clásico es más que suficiente.
  • No conocer la cultura de la empresa: Antes de una entrevista o tu primer día, investiga el código de vestimenta. Si dudas, es mejor ir un poco más formal.

La clave está en el balance

El business casual ha evolucionado hasta convertirse en un código de vestimenta que permite mostrar personalidad sin perder profesionalismo. La clave es encontrar el equilibrio perfecto: ni demasiado formal ni demasiado relajado.

Cada empresa tiene su propia interpretación del business casual, pero si sigues estos consejos y cuidas los detalles, lograrás un estilo impecable sin esfuerzo. Recuerda: vestir bien no significa vestirse rígido, sino vestirse con inteligencia.